Declaración institucional del Ararteko con motivo del Día internacional de la persona migrante
18 de diciembre
El Ararteko hace un llamamiento en defensa de la universalidad de los derechos humanos como la base para construir una Euskadi diversa, equilibrada y cohesionada, donde todas las personas, con independencia de su origen, puedan aspirar, en igualdad de condiciones, a una vida mejor, contribuyendo al bienestar colectivo de la sociedad vasca.
En este día, el Ararteko quiere expresar su solidaridad con las personas migrantes, quienes enfrentan desafíos desgarradores en su búsqueda de una vida digna. Muchas de ellas sobreviven a contextos de esclavitud, violencia y explotación, emprendiendo rutas estremecedoras y llenas de adversidades en busca de poder disfrutar de derechos fundamentales reconocidos a todos los seres humanos y de oportunidades para conseguir medios de vida suficientes.
En Euskadi, aproximadamente un 12,4% de la población es de origen extranjero, según datos del Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi. Esta cifra tiene un impacto significativo en la vida social y económica de nuestra comunidad. Ante esta realidad, las administraciones públicas vascas afrontan el desafío de promover la integración de las personas migrantes y combatir la desigualdad y la discriminación.
En este contexto, la reciente aprobación del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo debe ser integrada en un marco que priorice los derechos humanos, la gestión responsable de la diversidad y la construcción de una sociedad plural. La experiencia de Euskadi demuestra que es posible combinar respeto, integración y participación de las personas migrantes en un entorno social inclusivo.
El Ararteko también recuerda el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, respaldado por Naciones Unidas, como un instrumento clave para erradicar la discriminación y garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas migrantes. La gestión justa de la migración no solo es un imperativo ético, sino también una piedra angular para el desarrollo sostenible y la prosperidad de cualquier sociedad democrática.
Corresponde, por ello, hacer un llamamiento en defensa de la universalidad de los derechos humanos como la base para construir una Euskadi diversa, equilibrada y cohesionada. Una Euskadi donde todas las personas, con independencia de su origen, puedan aspirar, en igualdad de condiciones, a una vida mejor, contribuyendo al bienestar colectivo de la sociedad vasca.
Vitoria-Gasteiz, 17 de diciembre de 2024