Declaración institucional del Ararteko con Motivo del Día del Orgullo LGTBI

28 de junio de 2016

Una de cada cuatro personas ha experimentado violencia física o amenazas por su orientación sexual o identidad de género en los últimos 5 años en el territorio europeo.

Es importante el pleno reconocimiento de las familias compuestas por personas LGBTI, que aún sufren trabas burocráticas que impiden su igualdad

 

El Ararteko hace un llamamiento a la sociedad vasca para celebrar mañana día 28 de junio el Día del Orgullo LGBTI, una fecha para reivindicar los derechos de gais, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales, e insta a las instituciones públicas y a la sociedad en su conjunto a que practiquen el pleno reconocimiento de sus derechos y la igualdad con este colectivo que lleva siglos sorteando la discriminación a nivel mundial, a causa de su orientación sexual e identidad de género.

47 años después de los disturbios de Stonewall, la sociedad mundial tiene aún una cuenta pendiente con esta causa. Aunque el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, sin duda, haya avanzado en algunos países como el nuestro, resulta aún sombrío en muchos lugares del mundo, en los que las personas continúan siendo perseguidas, asesinadas o discriminadas por razón de su identidad de género u orientación sexual. Recientemente, el trágico episodio de Orlando, ha puesto de manifiesto, además, que los delitos de odio contra esta comunidad siguen siendo una amenaza, incluso en sociedades en las que existe un reconocimiento legal de sus derechos. El estudio que llevó a cabo en 2012 la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) deja patente que también en Europa las personas LGBTI temen la violencia y el odio, pues una de cada cuatro personas ha experimentado violencia física o amenazas por su orientación sexual o identidad de género en los últimos 5 años en el territorio europeo.

Por todo ello, el Ararteko quiere recordar hoy a toda la sociedad vasca la importancia de continuar trabajando para consolidar materialmente la igualdad y el reconocimiento formal de los derechos ciudadanos de las personas LGBTI. Se trata de una larga batalla orientada a transformar profundamente la mentalidad social hacia el fin de la discriminación y de cualquier manifestación de odio basada en la distinta orientación sexual o identidad de género de una persona. Los desafíos siguen siendo muchos y, aunque las leyes y las prácticas políticas resultan esenciales para proteger los derechos fundamentales de las personas LGBTI, stas deben ir acompañadas por cambios profundos que afectan a valores sociales fuertemente arraigados. En ese sentido, destacamos la importancia del pleno reconocimiento de las familias compuestas por personas LGBTI, que aún sufren trabas burocráticas que impiden su plena igualdad, así como una falta de reconocimiento homogéneo en todo el territorio europeo, que les impide circular libremente como familias, afectando al interés superior de los niños y niñas que forman parte de ellas.

El orgullo de ser una persona LGBTI, en toda su plenitud humana, es un paradigma necesario que afirma igualmente la plena e igual dignidad de todas las personas, y por ello la institución del Ararteko seguirá trabajando con ahínco en defensa de sus derechos.

Vitoria-Gasteiz, 27 de junio de 2016