Declaración institucional del Ararteko con motivo del Día Internacional de las Mujeres

8 de marzo de 2021 A mayor igualdad de género, más democracia, mejor protección de los derechos humanos y mayor bienestar para toda la ciudadanía

El Ararteko quiere dirigirse hoy a las instituciones vascas y a la ciudadanía de Euskadi, porque el 8 de marzo nos recuerda cada año la central relevancia de la igualdad de género para el desarrollo humano y para el avance de nuestras sociedades.

La igualdad entre mujeres y hombres significa visibilidad, empoderamiento y participación de las mujeres en todas las esferas públicas, significa un acceso igual a los recursos económicos, al tiempo y al reconocimiento del valor de todo el trabajo, también de aquel trabajo de cuidado y atención a las personas que no está remunerado por realizarse en el ámbito doméstico, en el que millones de mujeres dejan su tiempo, su dedicación, su saber y su esfuerzo sin contraprestación alguna.

El Ararteko tiene la convicción de que la igualdad plena -real y efectiva- de mujeres y hombres es una premisa irrenunciable para el funcionamiento verdaderamente democrático de una sociedad, resulta esencial para la protección de los derechos humanos y es un presupuesto necesario para el avance económico y la competitividad de los países. La pandemia nos ha enseñado cuánto han dado las mujeres en primera línea de cuidado por el resto de las personas y nos ha mostrado la importancia de esta dedicación para paliar su impacto. El Ararteko quiere compartir hoy con toda la sociedad su visión inequívoca de que a mayor igualdad de género, más democracia, mejor protección de los derechos humanos y mayor bienestar para toda la ciudadanía.

A pesar de los innegables avances legales y políticos, lamentablemente también en Euskadi, hoy, persisten las desigualdades y las barreras para que las mujeres puedan desarrollarse plenamente como seres humanos en una sociedad que acoja y valore a todas las personas por igual: las violencias machistas siguen siendo un hecho cotidiano para demasiadas mujeres; la brecha económica entre mujeres y hombres se sigue manifestando en salarios y pensiones desiguales, y en una injusta distribución de la riqueza que feminiza la pobreza; la participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas y económicas sigue lejos de representar la realidad demográfica; los estereotipos machistas persisten, incluso entre las generaciones más jóvenes; y los cuerpos de las mujeres continúan vulnerables a su mercantilización y a su instrumentalización como meros objetos...

Para este comisionado parlamentario de los derechos de las personas, que inicia su segundo mandato con sentido de la responsabilidad y con fuerzas renovadas por el amplio apoyo recibido, esas barreras constituyen, sin duda, en sus diversas formas, claros atentados contra los derechos humanos.

El Ararteko está convencido de que sólo las alianzas debidamente tejidas entre hombres y mujeres, entre sociedad civil e instituciones (desde la convicción e implicación personal, compartiendo estrategias y canalizando la participación del mayor número de personas) pueden acabar con esas desigualdades y barreras. Por ello, estima que es fundamental elaborar una agenda pública que, además de profundizar en las medidas existentes trazadas en esa ruta por la igualdad, tenga en cuenta también la importancia de la pedagogía para que el mensaje de la igualdad de género alcance al mayor número de personas, como un mensaje de avance humanitario, de progreso político, económico y social.

La inminente reforma de la Ley vasca de igualdad de 2005, actualmente en tramitación parlamentaria, constituye sin duda un paso esencial en la necesaria actualización del marco jurídico vasco para responder a estas demandas contemporáneas en materia de igualdad, que -después de más de 15 años- ya desbordan buena parte de sus previsiones legales, en especial por lo que respecta a la protección y atención de las víctimas de violencia de género. El Ararteko confía en que el legislador vasco, con la amplia participación ciudadana que una ley de esta índole se merece, sabrá ofrecer una respuesta a la altura de los tiempos, para avanzar con firmeza hacia un horizonte de igualdad real entre mujeres y hombres.

Vitoria-Gasteiz, 5 de marzo de 2021