Declaración institucional del ararteko en el Día Mundial de las Personas Refugiadas

20 de junio de 2020

Este año, la conmemoración de este día interpela, más si cabe, a los defensores de los derechos humanos y a la institución del Ararteko, y nos obliga a tomar partido en favor de mejoras en la protección de los derechos de las personas refugiadas reconocidos por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967, piedras angulares del derecho internacional humanitario, que han permitido la puesta en práctica de la aspiración a la universalidad de los derechos básicos de quienes sufren persecución y peligros para su supervivencia . La necesidad de mantener y desarrollar la aplicación universal de los mecanismos de garantía de los derechos de quienes aspiran a la protección internacional es, en esta época, sin duda, un clamor mundial.


La pandemia que estamos sufriendo ha despertado los valores y virtudes más genuinamente humanas, como es la necesidad de una sociedad más justa, democrática y humanitaria. Las protestas mundiales contra el racismo o las actuaciones solidarias de tantas personas y comunidades, en estos meses de confinamiento, son un buen indicador de la vigencia del principio de salvaguarda de la dignidad de cada ser humano sin discriminación alguna. Las personas refugiadas, las excluidas y las migrantes también pueden y deben disfrutar de una adecuada protección de su salud durante la crisis sanitaria que atravesamos. En estos momentos tan difíciles, solo cabe seguir avanzando y reclamando el pleno respeto de sus derechos humanos y su defensa sin exclusiones.

El COVID 19 no ha impedido que numerosas personas hayan iniciado o continuado la ruta mortífera hacia Europa y que hombres, mujeres, niños y niñas hayan sufrido tortura, esclavitud y todo tipo de violaciones de derechos humanos. Para evitar estas tragedias, la Unión Europea y sus Estados miembros deben incorporar un enfoque humanitario a sus políticas de control de las fronteras, que sea respetuoso con los valores democráticos y los derechos, y con las libertades más esenciales de cada ser humano. Se hace más necesaria que nunca una conciencia solidaria y universal que se extienda a todos los ámbitos sociales y a la acción política, legislativa y judicial, que permita llegar a acuerdos para rescatar a las personas que están en riesgo de perder sus vidas en el mar, así como establecer vías legales para que éstas puedan entrar y encontrar refugio en Europa.

Por todo ello, el Ararteko, apela vehementemente a la necesidad de poner en funcionamiento un sistema jurídico internacional estatal y autonómico, ágil y eficaz para la protección de la dignidad y derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo. En este día, es preciso recordar que los mecanismos de protección internacional tienen su origen, precisamente, en los terribles sucesos ocurridos en la II Guerra Mundial en Europa, que condujeron en 1951 a la Asamblea de la Naciones Unidas a promover instrumentos normativos para proteger a un amplísimo número de personas desplazadas a través de nuestro continente.

Vitoria-Gasteiz, 19 de junio de 2020