El Ararteko constata el cumplimiento de la recomendación general sobre la atención a las personas que viven en la calle

El Ararteko ha concluido el seguimiento de la Recomendación General del Ararteko 2/2020, de 5 de junio de 2020. Las administraciones públicas vascas deben dar continuidad a los esfuerzos realizados hasta el momento en la atención a las personas que viven en la calle, cumpliendo las directrices de la Estrategia Vasca para Personas Sin Hogar (2018-2021).

En ella se analizan el marco y contexto social, los diagnósticos y evaluaciones existentes y las actuaciones que han puesto en marcha las distintas administraciones públicas a las que se solicitó su colaboración. 

Desde mediados de 2019 hemos constatado un incremento de mujeres y hombres sin hogar en las calles de nuestras ciudades, que también se refleja en un aumento de quejas y consultas realizadas al Ararteko. Algunas afectaban a mujeres, la mayoría de una edad superior a 50 años, lo que ha sido un factor de preocupación adicional. 

Las quejas están motivadas por la ausencia de plazas residenciales suficientes, la falta de adecuación a las necesidades específicas de las personas usuarias (por sexo, edad, salud mental, seguridad…), carencias en la intervención social, necesidades sanitarias y otras necesidades básicas no cubiertas (higiene o alimentación), etc.

En esta resolución, el Ararteko se une a las propuestas de los organismos europeos e internacionales para combatir el sinhogarismo y pone en valor el sistema de protección social vasco y las herramientas jurídicas y organizativas de las que se dispone para dar una respuesta eficaz a las necesidades de las personas sin hogar.

El análisis de las respuestas recibidas permite reconocer la implicación de las administraciones públicas vascas en la atención a las personas sin hogar durante el confinamiento y los esfuerzos realizados para dar continuidad a los procesos de inclusión iniciados y a los programas que se pusieron en marcha. 

Tras finalizar los dos estados de alarmas y las sucesivas prórrogas, las administraciones han continuado con las medidas y los programas que se pusieron en marcha y se han adaptado e impulsado nuevos programas y acciones, lo que permite concluir que se ha cumplido la recomendación general del Ararteko. 

A pesar de ello, dicho esfuerzo no ha sido suficiente para solucionar el problema del sinhogarismo creciente en nuestras calles y para permitir que, tras el confinamiento, se avance con la suficiente agilidad en la creación de un sistema articulado, estable y de calidad dentro del sistema vasco de servicios sociales y en colaboración con otros sistemas públicos como el de vivienda y el de garantía de ingresos. 

El sistema vasco de servicios sociales, caracterizado por la responsabilidad pública y un modelo de intervención comunitario y de atención centrada en la persona, necesita la colaboración entre sistemas para atender la diversidad de situaciones y necesidades: jóvenes, mujeres, hombres de edad madura, personas con diversos problemas de salud, etc. que no disponen de un alojamiento seguro y adecuado. 

La enseñanza que se extrae es que la atención a las personas sin hogar, mujeres y hombres, debe dar un vuelco hacia infraestructuras y programas de atención, así como a satisfacer el derecho al disfrute de una vivienda digna y adecuada. 

Los desalojos que estas personas sufren en los asentamientos improvisados dejan a la intemperie a personas que no tienen donde refugiarse, lo que está poniendo en serio riesgo su integridad personal y agravando su situación de vulnerabilidad y la grave exclusión social que ya padecían. 

El aumento de la presencia de mujeres sin hogar, con independencia de que estén acompañadas o no por una pareja, plantea serios interrogantes sobre las medidas preventivas que deben adoptarse de antemano y sobre la atención específica a sus necesidades. 

Vitoria-Gasteiz, 12 de abril de 2022