El Ararteko recomienda continuar profundizando en la coordinación sociosanitaria, para dar respuesta a las situaciones de dependencia sobrevenida

El Ararteko inició una actuación de oficio tras recibir quejas de ciudadanos y ciudadanas que, habiendo sufrido un accidente, un traumatismo, una intervención quirúrgica, etc. que conllevaban lesiones graves que limitan el desempeño autónomo de actividades básicas de la vida diaria, encontraban dificultades para acceder a los servicios y prestaciones públicas que les aportarían los apoyos necesarios.

La realidad que relatan estas personas es que requieren de asistencia para llevar a cabo actividades cotidianas (incorporarse de la cama, desplazarse, vestirse, asearse, comer, ir al servicio¿) que se van a desplegar con el apoyo de sus familiares en el mejor de los casos. También van a tener que acudir a centros de rehabilitación u otras instancias acompañados de sus familiares, sin disponer de un aparcamiento que les facilite el acceso. Además, entre otras necesidades, van a tener que hacer frente a gastos de adaptación de la vivienda o a productos de apoyo para mejorar la calidad de vida (sillas de ruedas, grúas¿) que implica un desembolso importante que van a tener que adelantar.

Son personas, por otro lado, que han sido objeto de tratamiento y diagnóstico médico por el sistema sanitario y disponen de informes médicos completos en los que se hace referencia a sus lesiones y, en muchas ocasiones, al carácter definitivo de las mismas.

Por ello, para conocer cómo se está procediendo en este ámbito en todo el territorio vasco y cuáles son las particularidades de cada uno de los territorios históricos, el Ararteko solicitó información a todos los órganos competentes (las diputaciones forales y el Consejo Vasco de Atención Sociosanitaria).

Analizada la situación desde la atención prestada por el sistema de servicios sociales, el Decreto de cartera de prestaciones y servicios del Sistema Vasco de Servicios Sociales vincula la atención a estas personas a la valoración de la dependencia (en ocasiones, la discapacidad), para poder acceder a las prestaciones y servicios a los que tienen derecho.

El derecho subjetivo a los servicios sociales está determinado por la valoración de la existencia de la necesidad y por la prescripción técnica, lo que aporta seguridad a las intervenciones que se lleven a cabo, pero en los casos a los que esta actuación de oficio se refiere, deja a las personas en una situación de vulnerabilidad.

Según nos comentan, mientras no se culmina la valoración de la dependencia, las personas y sus familiares no disponen de la adecuada atención social o de servicios y prestaciones que les ayuden. En algunos casos, puede que se derive su atención a una unidad socio-sanitaria, pero según la información que tenemos, las plazas son limitadas y no cubren todas las necesidades. Por otro lado, las respuestas que se están dando a esta situación en los tres territorios históricos son diferentes.

El Ararteko considera que son personas susceptibles de ser atendidas en el marco de la atención sociosanitaria y, por ello, recomienda al Consejo Vasco de Atención Sociosanitaria seguir profundizando en la coordinación sociosanitaria, especialmente definiendo una cartera de servicios y desarrollando un mayor número y variedad de recursos, que permita dar respuesta tanto a las situaciones de dependencia sobrevenida objeto de este análisis como a las situaciones de dependencia transitoria (convalecencias) y a situaciones de agudización de procesos crónicos de larga evolución que generan claudicación de los cuidados informales.

Vitoria-Gasteiz, 2 de junio de 2017