El Ararteko recomienda a Lanbide que elimine la obligatoriedad de la cita previa para realizar trámites administrativos en sus oficinas, sugiriendo que se mantenga como una opción voluntaria
Una ciudadana acudió al Ararteko y expresó su malestar con la imposición de la cita previa para renovar la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Expuso las dificultades que este sistema genera para ciertos trámites presenciales, al limitar el acceso directo de las personas a la atención en las oficinas. Tras solicitar su colaboración, Lanbide explicó que este sistema fue instaurado inicialmente por razones sanitarias durante la pandemia de COVID-19, para evitar la acumulación de personas en sus instalaciones y optimizar los recursos.
Sin embargo, el Ararteko considera que, al haber decaído las medidas sanitarias, la obligatoriedad de la cita previa ya no se encuentra justificada y puede generar dificultades para la ciudadanía, afectando a sus derechos, entre otros, al derecho a una buena administración. El Ararteko subraya que la administración debe actuar con eficacia, pero también debe garantizar que las personas puedan acceder a los servicios públicos sin barreras innecesarias. También destaca que la imposición de la cita previa sin ofrecer alternativas puede perjudicar a las personas que necesitan atención inmediata o no tienen acceso a medios electrónicos.
Por último, Lanbide ha informado que se encuentra en proceso de implementar nuevos modelos de atención, mediante los cuales ofrecerá atención sin cita previa en algunas oficinas y, en el futuro, en todas. El Ararteko insta a que esta opción se extienda a todas las oficinas y trámites, para asegurar el acceso equitativo a los servicios públicos.
Vitoria-Gasteiz, 9 de octubre de 2024