INFORME ANUAL

Un año más, tenemos que referirnos, junto al balance de nuestro trabajo, a los gravísimos efectos que la crisis económica y social está teniendo en la situación de miles de familias. Nuestra institución, y la actividad que hemos desarrollado, no ha sido ajena a dicha situación. Nos hemos volcado, a través de las oficinas de atención ciudadana, de la atención telefónica y telemática, en dar orientación a la ciudadanía que ha acudido a nosotros y en resolver, naturalmente, aquellas quejas contra las administraciones que se nos han planteado. Para que nos hagamos una idea certera de los efectos de la crisis en la sociedad vasca, baste señalar este dato sobre el incremento de nuestro trabajo (motivado fundamentalmente por las reclamaciones y peticiones de información de personas víctimas de la crisis): entre 2010 y 2014, las quejas se han incrementado de 4.400 a 6.378, y la actividad general ha subido de 6.461 a 8.608 actuaciones,

No podemos obviar que el presente informe corresponde a un año en el que, junto al balance de nuestro trabajo, hemos de poner nuevamente el acento sobre los gravísimos efectos que la crisis económica y social está teniendo en la situación de miles de familias. Nuestra institución, y la actividad que hemos desarrollado, no ha sido ajena a la situación general. Así, una vez más, nos hemos visto desbordados por las quejas presentadas por la ciudadanía en temas tan básicos como las prestaciones económicas, reclamaciones contra entidades bancarias, tasas e impuestos locales, alquiler de vivienda protegida, becas, registro civil, contaminación acústica o transportes, entre otras. Para constatar este hecho simplemente hemos de echar la vista atrás, al año 2010, y ver el incremento que se ha producido: un 93% en tan solo 3 años.

El hilo conductor del informe es el impacto. Al dar cuenta de nuestras actividades, hemos reflexionado críticamente sobre el modo en que nuestra labor ha generado un impacto positivo sobre la vida de las personas que a lo largo del último año acudieron al Ararteko en busca de ayuda o asesoramiento. El impacto de nuestro trabajo es fruto de un diálogo franco y constructivo con las administraciones públicas. Precisamente por ello, cada vez que una administración no atiende debidamente a nuestras peticiones de información, es la ciudadanía, y no el Ararteko, quien se ve verdaderamente perjudicada. En aras de la mejora continua de los servicios públicos, un año más apelo a todas las administraciones a que colaboremos estrechamente por el bien común, teniendo especialmente presente a las personas y a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad