El Ararteko recomienda al Ayuntamiento de Durango que requiera al promotor de un bar para que certifique el cumplimiento de las medidas correctoras impuestas en la licencia de actividad

Un ciudadano denunció ante el Ararteko la falta de actuación del Ayuntamiento de Durango frente a las denuncias presentadas por las irregularidades de un establecimiento de hostelería situado en las inmediaciones de su domicilio. Señalaba falta de control ambiental de las graves molestias de ruidos y vibraciones que padece en su vivienda por el elevado volumen de la música en dicho establecimiento y por incumplir sistemáticamente su horario de cierre.

En octubre de 2021, denunció que el local carecía de un nivel de aislamiento suficiente y que mantenía constantemente las puertas abiertas. Alegaba que esta situación estaba provocando graves perjuicios en su salud.

El Ararteko solicitó información al Ayuntamiento de Durango, con el fin de conocer las actuaciones municipales de control ejercidas para corregir las molestias relacionadas con el funcionamiento del establecimiento.

El ayuntamiento respondió que se otorgó una licencia de actividad en junio de 2007, en la que se estableció la obligación de cumplir una serie de medidas. Una vez adoptadas esas medidas, el promotor debía aportar diversos documentos para obtener la correspondiente licencia de apertura, algunos de los cuales aún no se han presentado.

Tras establecer un plazo de un mes para que el promotor remitiera los documentos, ya que, de lo contrario, se entendería desistida la solicitud de licencia de apertura, el ayuntamiento declaró el desistimiento de la solicitud, incoó una orden de clausura y la consiguiente paralización de la actividad. 

A pesar de ello, el reclamante ha reiterado en varias comunicaciones al Ararteko que continúan las graves molestias que genera el ruido de la actividad. 

Además otorgar las correspondientes licencias, el ayuntamiento también debe velar por el cumplimiento de las medidas correctoras durante todo el desarrollo de la actividad potencialmente molesta, en cuanto al control del ruido que genere y demás exigencias medioambientales.

Por ello, el Ararteko recomienda al Ayuntamiento de Durango que requiera de inmediato al promotor del establecimiento para que regularice la actividad. Le recuerda, también que, si no pudiera legalizarse por incumplimiento de la normativa vigente, debería proceder a su clausura definitiva.

RESOLUCIÓN

Vitoria-Gasteiz, 3 de noviembre de 2022