Declaración institucional del Ararteko con motivo de la celebración del Día de Europa

9 de mayo de 2020

El 9 de mayo celebramos el Día de Europa. A pesar del confinamiento, en el Ararteko hemos querido conmemorar este día, ya que este año se cumplen 70 de la Declaración del ministro de exteriores francés Robert Schuman, que se toma como momento fundacional del proyecto europeo del que seguimos disfrutando hoy.

Pese a que en aquel momento fundacional participaran personalidades vascas, la dictadura nos privó de los 30 primeros años del proyecto europeo. Con la entrada en el Consejo de Europa en 1977 y en la Comunidad Económica Europea en 1986, a este lado del Pirineo comenzamos a participar en la integración europea. Desde entonces, los beneficios que hemos recibido son incontables. La entrada en Europa no solo nos homologó con las mejores democracias mundiales, sino que nos ayudó a progresar en nuestro desarrollo económico, nuestras infraestructuras y nuestros derechos. Hoy en día, no puede caber ninguna duda de que la protección del medio ambiente, la protección de los consumidores y usuarios o la protección de datos no serían lo mismo sin el impulso europeo.

Es cierto que ha habido tiempos difíciles. Algunas decisiones tomadas a nivel europeo han tenido efectos perjudiciales. La respuesta europea a la crisis económica y financiera de 2008 causó el rechazo de sectores de la población que se sintieron abandonados y perjudicados, y nos hizo comprender que no siempre es fácil ponerse de acuerdo con nuestros vecinos europeos. Tampoco la respuesta a la llegada de los refugiados satisfizo las expectativas morales de muchos. Así sucede siempre que se construye una comunidad con distintos miembros. Sin embargo, gracias a otros programas europeos, como el Erasmus, sabemos que, en realidad, no somos tan distintos. Más bien, tenemos muchísimo en común.

La sociedad vasca, con un criterio acertado, ha mantenido su convicción europea, y en la situación actual, la fortaleza de esta convicción es fundamental para poder encontrar una salida conjunta. También en el contexto del COVID-19, la respuesta se llama Europa. En Euskadi, nos volvemos bien conscientes de ello al ver la muga cerrada. Esa libertad de circulación, que ahora echamos de menos y a la que no queremos renunciar, nos obligará a pensar todos juntos en maneras de responder a futuras pandemias a nivel europeo. Pero Europa está actuando ya. Mediante las compras centralizadas de material sanitario; mediante los vuelos de repatriación conjuntos, que han traído de regreso a Europa a ciudadanos de diferentes países de la Unión en los mismos aviones; mediante el plan de compra de valores del Banco Central Europeo por 750.000 millones de euros; mediante los planes de apoyo económico para sistemas sanitarios, empresas y personas desempleadas, o liderando la campaña mundial que ha recaudado 7.400 millones de euros para el desarrollo de vacunas y tratamientos asequibles para todos, Europa ha demostrado el valor que tiene para nuestras vidas. Las negociaciones, de nuevo, no han sido fáciles, pero se ha llegado a acuerdos que consiguen equilibrar los intereses de todos.

El Ararteko mantiene su convicción europea y participa en el intercambio europeo con otras defensorías del pueblo de nuestro continente. Hoy, quiere invitar a ciudadanas y ciudadanos de Euskadi a mantener también su convicción, a disfrutar de Europa y a conocerla mejor.

Vitoria-Gasteiz, 8 de mayo de 2020