Declaración Institucional del Ararteko con motivo del Día Internacional de la Infancia

20 de noviembre de 2017 Los niños y niñas son, ante todo, ciudadanos y ciudadanas DE HOY, personas completas con derecho a vivir su presente y participar plenamente en esta sociedad.

Mañana, 20 de noviembre, volveremos a celebrar el gran logro que supuso la firma en 1989, en el Pleno de la Asamblea de Naciones Unidas, de la Convención sobre los Derechos del Niño, el tratado internacional más ratificado y por el cual todos los Estados Parte firmantes se comprometen a trabajar para garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes.

En este punto se oirán ya algunas voces: "¿derechos de nuestros niños y niñas? ¡Pero si son unos privilegiados, que sólo se reconocen en sus derechos, olvidando por completo sus obligaciones!". Se abre aquí un gran y controvertido tema para el debate sobre el que, en estas breves líneas, sin embargo, solo apuntaremos que la infancia no es un colectivo homogéneo que permita etiquetas generalizadoras, válidas para todos.

No hay una sola infancia; hay distintas infancias y muchas maneras de vivir esta etapa: algunas, con muchas dificultades materiales, otras, con precariedad emocional, unas terceras sobreexpuestas a la sociedad de consumos, otras¿

Por otro lado, conviene recordar que los deberes no son sino el mismo reverso de la moneda de los derechos, que el derecho supone en todos los casos una responsabilidad.

No obstante lo dicho, quizás sí exista una condición en la que, si no la totalidad, sí la inmensa mayoría de niñas, niños y adolescentes pueda sentirse reflejada: el ser vistos, ser consideradas, ser tratados, como hombres y mujeres del futuro, como proyectos en construcción que las personas adultas llevamos adelante, con mejor o peor tino, pero sin apenas consultarles. Todo para nuestros niños y niñas y demasiadas veces sin ellas y ellos.

En este Día Internacional de la Infancia, el Ararteko quiere recordar que los niños y niñas son, ante todo, ciudadanos y ciudadanas DE HOY, personas completas con derecho a vivir su presente y participar plenamente en esta sociedad. Solo así, reconociendo el valor de TODAS las personas que compartimos en este momento de la historia esta tierra que llamamos Euskadi, podremos construir una comunidad de convivencia justa y solidaria. Está en nuestra mano hacerlo posible.


Vitoria-Gasteiz, 19 de noviembre de 2017