Declaración Institucional del Ararteko con ocasión del X aniversario del Convenio sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

13 de diciembre de 2016

La garantía de los derechos y libertades de las personas con discapacidad es una condición esencial para su plena inclusión en la sociedad vasca.

Este año se celebra el décimo aniversario del Convenio sobre los derechos de las personas con discapacidad y su Protocolo facultativo, aprobados el 13 de diciembre de 2006 en la sede de las Naciones Unidas. El Estado español firmó y ratificó el convenio citado en noviembre de 2007 y entró en vigor en mayo de 2008.

La necesidad de un convenio específico sobre los derechos de las personas con discapacidad se deriva de la constatación generalizada de que se siguen conculcando los derechos humanos de las personas con discapacidad, a pesar de la existencia de normas y de tratados internacionales de alcance general.
La aprobación de este primer Tratado de Derechos Humanos del siglo XXI constituyó un hito trascendental para las personas con discapacidad, sus familias, su entorno, así como para el movimiento asociativo, cuya intervención en el proceso de elaboración de este instrumento internacional resultó determinante.

Si bien se ha ido poco a poco adecuando la legislación interna a los principios consagrados en este importante convenio, la adaptación normativa exigible no ha sido aún completada, pese a que ha transcurrido una década desde su aprobación. El Ararteko, junto a otros defensores del pueblo, ha puesto de relieve, además, que existen frecuentes incumplimientos por parte de los poderes públicos, tanto de las previsiones legales de este convenio como de las normas estatales o autonómicas adoptadas para darle aplicación. También puede constatarse la deplorable ausencia de una interpretación conforme a los principios que incorpora este convenio internacional a la hora de aplicar aquellas las normas aún no armonizadas a las exigencias que impone este tratado.

Teniendo en cuenta que este convenio exige una evolución en la forma de entender y aplicar el principio de igualdad, no discriminación y autonomía desde la dimensión de los derechos humanos, el Ararteko cree necesario instar a las administraciones públicas vascas a realizar aquellos esfuerzos que resulten necesarios para garantizar su plena aplicación jurídica y práctica, manteniendo permanentemente una visión transversal de la diversidad funcional como prioridad en la agenda institucional. Asegurar el pleno respeto de los derechos que proclama el Convenio debe ser, para todas las autoridades vascas, una constante tanto en la planificación como en la ejecución de las políticas públicas que pudieran afectar al disfrute de los derechos reconocidos a las personas con discapacidad.

Con ese fin, cuando se cumplen 10 años desde la aprobación del Convenio sobre los derechos de las personas con discapacidad, el Ararteko se siente obligado a subrayar que todas las administraciones vascas deben comprometerse, ineludiblemente, a asegurar y promover el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas con discapacidad sin discriminación alguna, cumpliendo con eficacia las obligaciones asumidas en el momento de la ratificación de este tratado.

La garantía de los derechos y libertades de las personas con discapacidad es una condición esencial para su plena inclusión en la sociedad vasca y para alcanzar el noble y deseable objetivo de conseguir una sociedad humanamente cohesionada.

Vitoria-Gasteiz, 12 de diciembre de 2016