La Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa pide una reforma urgente de los servicios de salud mental, como un imperativo de Derechos Humanos

Con ocasión de la gran afectación a la salud mental producida por la pandemia y las medidas tomadas contra ella, afectación especialmente intensa para colectivos como personas mayores, niños, niñas y adolescentes, mujeres, personas con discapacidad, LGBTI y migrantes, la Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa pide un cambio radical en los servicios de salud mental.

Para la Comisaria, estos servicios, que deben ser accesibles, asequibles y de calidad apropiada , deben prestarse con un enfoque de derechos humanos y de participación de los usuarios y usuarias. En este sentido, es especialmente relevante el Convenio sobre Derechos de Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, que garantiza los derechos al reconocimiento de la capacidad jurídica y a la vida independiente y en la comunidad. Para la Comisaria, este convenio debe ser el fundamento de todo servicio de salud mental, y cualquier reforma debe implicar a las personas con experiencia como usuarias de servicios de salud mental.

La Comisaria pide, en primer lugar, que se preste atención a los determinantes sociales de la salud, como la protección social, las condiciones de vida, el entorno laboral o la educación, que son muy relevantes para la salud mental.

La Comisaria también pide que se abandone el modelo institucional para pasar a un modelo comunitario. Para ello, sugiere una moratoria de nuevos ingresos y el cierre de grandes hospitales psiquiátricos. En su lugar, propone un modelo que promueva la inclusión social y que ofrezca un abanico de posibilidades de tratamiento y apoyo psicosocial.

Además, los tratamientos se deben basar en el consentimiento informado de los pacientes, que deben contar con recursos efectivos para impugnar decisiones de las autoridades sanitarias relativas a sus tratamientos. La Comisaria aboga por abandonar toda práctica coercitiva, como internamientos y medicación involuntarios o inmovilizaciones. Especialmente en el caso de niñas, niños y adolescentes, se deben abandonar la institucionalización y la medicación, para ofrecer servicios de atención temprana, fácilmente accesibles y no invasivos.