Políticas de apoyo a las familias en Euskadi: Análisis y propuestas

Informe extraordinario del Ararteko

Los modelos familiares, inmersos en una estructura social en transformación, también están evolucionando y cambiando. Si bien la estructura familiar basada en núcleo e hijos e hijas, que constituye el modelo más tradicional, sigue siendo el principal (38% de las algo más de 787.000 familias en Euskadi), ha ido sufriendo una leve pero progresiva pérdida de relevancia, en beneficio de otros modelos como la pareja sin hijos (20,9%) o las personas sin hijos que viven solas (21,6%).

En este nacimiento y fortalecimiento de nuevos modelos familiares, surgen con fuerza creciente nuevas formas de familia (familias homoparentales, monoparentales o no reguladas mediante matrimonio), además de nuevas formas de relación interna que afectan a todas las familias, en las que se da una creciente autonomía de sus miembros y una mayor negociación interna.

Sin embargo, quizás el elemento de análisis clave en la evolución de los modelos de familia, por su especial relación con las políticas públicas de apoyo a las familias, es la pérdida de peso porcentual de los modelos que incluyen hijos o hijas y el descenso de su tamaño específico, puesto que el tamaño medio de las familias, tanto en los modelos más tradicionales como en los de surgimiento y/o regulación más reciente, se viene reduciendo de forma constante desde hace más de veinte años, habiéndose llegado al punto de que, en la CAPV, existen más personas mayores de 65 años que menores de 20.

Existen principalmente dos factores explicativos de esta situación sociodemográfica (no del todo deseada, ya que las familias indican que tienen menos hijas e hijos de los que les gustaría tener) y ambos son abordables desde las políticas públicas de apoyo a las familias:

· En primer lugar, la CAPV es una de las regiones europeas en las que las personas jóvenes se emancipan (y por tanto crean sus propias familias) con mayor retraso, por variables socioeconómicas como la elevada precariedad laboral, el altísimo coste de la vivienda tanto en compra como en alquiler o la escasa movilidad geográfica durante un período de estudios de por sí temporalmente extendido.

· Por otro lado, la extrema dificultad para conciliar la vida familiar, laboral y personal, tanto por factores culturales (en los que las mujeres aún siguen haciéndose cargo principalmente de las tareas domésticas y de cuidado familiar), como derivadas de un sistema productivo basado en valores que priman la disponibilidad horaria o la flexibilidad y unas medidas públicas (tanto directas como de sensibilización) que no han sido capaces de cambiar este escenario.


Sobre este contexto profundiza el estudio que presentamos bajo el título de Políticas de apoyo a las familias en Euskadi: análisis y propuestas, que recaba la opinión de las propias familias, la de expertos y responsables institucionales, además de realizar un análisis comparado de las políticas de apoyo a las familias en un buen número de países europeos. Todo ello con el fin último de contribuir al impulso y refuerzo de estas políticas de apoyo a las familias.


Los desafíos detectados y traducidos luego en recomendaciones, como es habitual en las actuaciones del Ararteko, apuntan a las siguientes cuestiones:

· Impulso al liderazgo y transversalidad de las políticas de apoyo a las familias

Lo que supone, por una parte, ajustar las estructuras administrativas existentes a las demandas sociales, que vienen dadas por las nuevas necesidades de las familias; y por otra, desarrollar la legislación vasca de apoyo a las familias, de manera que se consolide un marco jurídico adecuado para la adopción de medidas que atiendan mejor a las distintas realidades a las que deben atender las políticas de apoyo a las familias.

· Mayor inversión pública, para compensar los costes de las familias con hijas e hijos

Un reto fundamental para Euskadi es el que se deriva de la necesaria inversión pública en el apoyo económico a las familias con hijas e hijos. Euskadi ha generado hasta la fecha un sistema de compensación de costes no universal y principalmente deduccionista, esto es, sustentado a través de las deducciones principalmente en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

La progresiva equiparación a otros países de nuestro entorno que apuestan decididamente por apoyar el esfuerzo familiar que supone tener, criar y educar a los hijos e hijas obliga a un mayor esfuerzo económico público, que nos permita caminar hacia la universalización de ayudas directas para las familias con hijas e hijos. Resultaría igualmente interesante abrir un proceso de reflexión sobre las debilidades y fortalezas del modelo fiscal (por ejemplo, sobre su progresividad real), buscando soluciones más innovadoras e inclusivas, en línea con lo que sucede en otras realidades europeas.


· Profundización, desarrollo y extensión de las medidas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral

Las extremas dificultades que encuentran las familias en su cotidianeidad para conciliar su vida familiar y laboral tienen una trascendencia indudable en el envejecimiento poblacional y en el mantenimiento futuro del actual sistema de bienestar, tal y como está concebido actualmente. Desde el Derecho comunitario europeo se están impulsando distintas medidas que exigen cambios estructurales y de valores para avanzar en este cometido y que apuntan, entre otros, al impulso de estrategias coordinadas en materia de conciliación, al desarrollo de estrategias de sensibilización, así como a la puesta en marcha de recursos y ayudas efectivas, de vocación universal.

· Apoyo a familias en situación de vulnerabilidad

En Euskadi continúa siendo preciso profundizar en medidas de apoyo singular a las familias que están en situaciones de mayor desprotección o que tienen dificultades objetivas añadidas, principalmente en estas tres áreas:

- El reconocimiento jurídico pleno de distintas situaciones familiares (quizás la más conocida sea la de las familias monoparentales), de forma que puedan contar con la cobertura y apoyo adecuado desde los instrumentos legales que desarrolla la ley vasca de apoyo a las familias.

- El apoyo socioeconómico, ampliando los soportes y recursos dirigidos a paliar o aliviar dificultades económicas objetivables en el seno familiar.

-La lucha contra los factores de discriminación sociales o culturales, de forma que las familias en situación de vulnerabilidad social por estos motivos dispongan de herramientas de apoyo eficaces.

 

Vitoria-Gasteiz, 25 de junio de 2014


Documentos relacionados

Políticas de apoyo a las familias en Euskadi: análisis y propuestas