Presentación del informe extraordinario del Ararteko "La situación de los servicios sociales de base en la Comunidad Autónoma del País Vasco"

El objetivo del Ararteko al abordar este informe era triple: constatar la situación actual de dichos servicios, analizando la mayor parte de las perspectivas posibles, así como su potencial actual y de futuro; analizar su evolución desde el primer informe realizado en 1999, valorando, al tiempo, el grado de cumplimiento de las recomendaciones que el Ararteko realizaba en aquél; y, por último, proponer una serie de conclusiones y recomendaciones que posibiliten la mejora y garanticen adecuadamente su función.

En esa línea, se puede avanzar una de las conclusiones subyacentes, esto es: que muchas de las consideraciones y recomendaciones que se efectuaban en el informe realizado hace diez años, se encuentran aún plenamente vigentes y justificadas.

Las conclusiones del informe dibujan una foto completa y compleja de los servicios sociales de base, siendo plenamente representativas de la situación real, merced a dos circunstancias:

- Se ha dispuesto de las opiniones de 216 unidades de base, lo que constituye el 82,4% del total de las existentes en el País Vasco.
- Se ha recogido información tanto de los responsables de dichas unidades, como de los y las profesionales que trabajan en ellas, de personas usuarias de los servicios, de responsables del ámbito local, agentes colaboradores, expertos y agentes directamente implicados, así como de la ciudadanía en general −en total, cerca de 500 personas−.

Con este informe exhaustivo y sistemático, se pretende disponer de una herramienta valiosa no sólo para las administraciones concernidas, sino también para la elaboración de las propias políticas sociales, y permite conocer sus puntos débiles y fuertes, las necesidades estructurales que puedan presentar, y permite visibilizar el gran valor del trabajo que se realiza en ellos, como observatorio privilegiado de las necesidades aún presentes en nuestra sociedad.

Gráficamente en el informe se recogen datos ilustrativos sobre esa necesidad de ajustar las permanentes demandas de servicios que se dirigen a los mismos (un 70% de incremento en estos diez años), con el paralelo y suficiente incremento de los recursos destinados a ello (un 45% de aumento de personal propio en el mismo periodo de tiempo). De no actuarse en esa dirección, realizando un estudio realista del impacto de las sucesivas reformas legales, el riesgo de colapso es evidente.


- Estructura y principales contenidos del informe

La estructura del informe descansa en tres grandes bloques. El primero tiene una finalidad de contextualización evidente y contiene un análisis exhaustivo del marco teórico sobre el que se construye el modelo comunitario de servicios sociales. El segundo está integrado por la propia investigación y constituye la base del diagnóstico de situación. Por último, el tercero de ellos incorpora un capítulo de conclusiones muy rico e ilustrativo a modo de diagnóstico global, así como un catálogo de recomendaciones −en concreto, 34−.

El estudio tiene como objeto de análisis tres aspectos prioritarios:

- La organización de los recursos humanos y materiales en los servicios sociales de base, incluyendo cuestiones como dotaciones de plantillas, condiciones laborales y de seguridad y salud laboral de los y las trabajadoras que integran los mismos, carga de trabajo y formación; y, en cuanto a la vertiente de aspectos materiales cuestiones como accesibilidad de los servicios, dotaciones materiales y utilización de las TIC.
- La atención a las personas usuarias de los servicios sociales de base, abarcando tanto aspectos relativos a las garantías de los derechos y las personas usuarias y su satisfacción con el servicio recibido, como sistemas de participación social e, incluso, los procedimientos de urgencia.
- La intervención social en los servicios sociales de base, analizando la capacidad de estos últimos para actuar como puerta de acceso al sistema, la gestión de casos, y también cuestiones de coordinación y colaboración con los servicios especializados, entre otras.

- Algunas ideas básicas que se derivan del informe:

Hay varias cuestiones básicas que merecen ser destacadas de forma prevalente:

- De los datos obtenidos, resulta evidente que es preciso ¿socializar¿ el trabajo que se desarrolla en los servicios sociales de base, dado que el 43% de la ciudadanía desconoce sus funciones y, aún así, el 15% de los hogares vascos recurren a ellos. En la misma línea, hay que poner de relieve que son determinados colectivos, y no todos los que potencialmente serían sus destinatarios, los usuarios de los servicios.
- Las personas usuarias tienen muy buena imagen de las y los profesionales de los servicios sociales de base, y del servicio que prestan.
- Por el contrario, las personas que trabajan en ellos, valoran que el servicio que prestan va decreciendo en calidad, y plantean diversas visiones negativas de su trabajo.
- Esta asincronía entre la visión interna y externa del servicio público únicamente se puede entender desde la perspectiva de unos y unas profesionales en su mayoría altamente comprometidos con su trabajo, que constatan cómo sus funciones aumentan sin límite, y tienen la percepción de no disponer de tiempo para dedicarlo a cuestiones sustanciales de su trabajo de intervención socioeducativa y relacional, en beneficio de tareas de índole más administrativa.

Como ya se apuntaba anteriormente, en este informe, de forma singular, se ha dado voz a las personas profesionales de los servicios sociales, lo que convierte su testimonio en un elemento central y transversal del informe. En tal sentido, se aprecia claramente la necesidad de llamar la atención sobre el necesario apoyo y cuidado psicosocial a dichos profesionales, como un aspecto prioritario a arbitrar.

En el diagnóstico que se realiza de los servicios sociales de base, se constatan claramente algunos déficits:

¿ Resulta evidente que en el País Vasco tenemos tantos modelos de intervención como ayuntamientos los han podido desarrollar, lo que ha conllevado la dificultad de un desarrollo homogéneo y equilibrado del sistema, y determina la necesidad de establecer un modelo de intervención para el conjunto de las unidades sociales de base, y un liderazgo claro en cuanto a su desarrollo y mejora.
¿ El gasto social y de las intervenciones sociales ligadas a él se ha incrementado un 62% en 10 años, pero no se han incrementado en análoga proporción las dotaciones del personal para poder hacerse cargo de su gestión, lo cual dificulta extraordinariamente el abordaje integral de los problemas de las personas usuarias.
¿ La ausencia de un modelo de intervención común, ha conllevado la carencia de herramientas, procedimientos, instrumentos y prácticas profesionales comunes a los Servicios Comunes de Base.
¿ Existen necesidades materiales aún sin cubrir. Un ejemplo claro resulta que incluso hoy un 38% de las unidades no son accesibles físicamente a personas con movilidad reducida (aun cuando la situación comparativa con el anterior informe ha mejorado notablemente).

- Recomendaciones:

Como instrumento de ayuda a las propias unidades y a las administraciones competentes, el informe concluye con diversas recomendaciones que se estructuran en ocho ámbitos: recomendaciones genéricas; recomendaciones relativas al marco conceptual, jurídico y organizativo; recomendaciones relativas a la zonificación; relativas a los procedimientos de acceso a los servicios; relativas al personal; a la intervención individual y familiar; relativas a los derechos de las personas usuarias y a la medición de la calidad de los servicios; para finalizar con las recomendaciones relativas a la implicación comunitaria de los servicios sociales de base y a la coordinación con la red de atención secundaria.

Algunas de las recomendaciones de propósito general que nos parece conveniente resaltar como áreas claras de mejora, son las siguientes:

1. El establecimiento de una financiación de naturaleza finalista, suficiente y estable para los ayuntamientos destinada a la cobertura de los medios personal


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