Visibilidad y participación social de las mujeres lesbianas en Euskadi

Trabajo de investigación impulsado por el Ararteko y realizado por Inmaculada Mujika

En la realidad de la homosexualidad en la CAPV cabe destacar un hecho: el marcado déficit de visibilidad social de las lesbianas. Este déficit de visibilidad lesbiana se encuentra tanto en el origen como en la motivación de esta investigación, cuyo objetivo ha sido la adquisición y el fomento de un mayor conocimiento de las causas que la provocan así como de las consecuencias que esta invisibilidad tiene para las lesbianas en particular y para la sociedad en general.

La principal fuente de información han sido las entrevistas en profundidad realizadas a 18 mujeres lesbianas para la obtención de sus relatos de vida. Entrevistas de tipo biográfico orientadas a conocer las experiencias vitales de las mujeres lesbianas a través de periodos claves: la infancia, adolescencia, juventud y adultez, y a través de los entornos en los que se mueven.

La muestra de mujeres seleccionadas ha sido diversa y aleatoria. En ningún caso esta muestra debe tomarse como representativa o como "lesbianas tipo" dentro del colectivo de mujeres lesbianas.

Para las mujeres lesbianas la visibilidad no es una cuestión fácil. Y no lo es, porque desde el momento en que empiezan a sentir atracción hacia otras mujeres han de realizar un enorme esfuerzo para enfrentar y superar numerosos obstáculos hasta poder llegar a decir "soy lesbiana". Obstáculos como los miedos, los sentimientos de vergüenza y culpabilidad, los sentimientos de diferencia, rareza o anormalidad, la soledad, el silencio, o incluso la homofobia interiorizada. Es importante reseñar que estos obstáculos son, ante todo, producto de los prejuicios sociales que todavía mantiene la sociedad en la que viven.

Una sociedad que sigue siendo un ámbito limitador y en ocasiones negativo para el desenvolvimiento del lesbianismo en términos de igualdad, libertad y dignidad. Así, todas las mujeres lesbianas, independientemente de la edad o posición social, pasan por un proceso para aceptarse como lesbianas y poder hacer visible esta condición. Estos procesos hacen inviable su felicidad durante una parte de sus vidas pudiendo originarles abundantes problemas emocionales y psicológicos.

No hay que homogeneizar las experiencias de gays y lesbianas. Las lesbianas no están situadas en el mismo plano social, político, económico y sexual que los gays, de lo que resulta un marcado déficit de visibilidad social de éstas con respecto a sus pares masculinos. Por tanto es importante tener en cuenta que la realidad de las lesbianas es diferente a la de los gays.

Un gran handicap para la visibilidad lésbica es la mayor responsabilidad adjudicada a las mujeres respecto al trabajo doméstico, a la familia y a los cuidados. Esta hiperresponsabilidad tiene dos consecuencias importantísimas para el desarrollo de la sexualidad lesbiana: la facilidad de las mujeres para actuar según los intereses de los demás renunciando al propio bienestar, a la intimidad y a la búsqueda del placer sexual, y la reducción significativa del tiempo disponible para el ocio que suelen tener las mujeres, tiempo imprescindible para el establecimiento de las relaciones afectivas y sexuales.

Las lesbianas son mucho más visibles en el ámbito privado que en el público, así la visibilidad en la familia y en el círculo de amigas y amigos, es más amplia y se maneja mejor que la visibilidad en el mundo laboral, en el vecindario, la calle, los medios de comunicación, en la política, en el mundo empresarial, ... El déficit de visibilidad de las lesbianas es especialmente significativo en la esfera de lo público, lo que conlleva la ausencia de mujeres dispuestas a abanderar el lesbianismo y sus reivindicaciones. Una realidad muy palpable en la visibilidad social del lesbianismo es la ausencia de mujeres lesbianas que ocupan posiciones altas en la escala social y económica, cultural y política.

Respecto a los diferentes entornos y grupos sociales donde las lesbianas se hacen visibles, hay que destacar que actúan con bastantes limitaciones porque se mueven con una inercia heterosexista y unas expectativas sociales que son contrarias a los intereses de las lesbianas, ya que se carece por lo general de rituales, normas o modelos para las situaciones que plantean. En consecuencia, las lesbianas para alcanzar cotas de visibilidad aceptables, tienen constantemente que cuestionar y romper guiones de vida preestablecidos para reinventarlos de nuevo y adaptarlos a sus circunstancias. Esto ocurre de forma independiente al contexto que se trate: la familia, la cuadrilla de amigos/as, el trabajo, el sistema educativo, el vecindario, etc.

Hay factores que facilitan la visibilidad de las mujeres lesbianas: los avances sociales y legales, el disponer de referencias positivas a través de los mass media, las asociaciones LGTB y feministas, el "ambiente" lésbico, los chat en Internet, la realización de actividades lúdicas y la sensibilización sobre los derechos de las mujeres y las lesbianas. Hay que destacar entre estos factores: disponer de un círculo de amigas lesbianas; tener una actitud crítica respecto a las normas sobre sexualidad y los papeles tradicionales de género.

La visibilidad lésbica puede ser nula o muy deficiente en los siguientes sectores de mujeres: mayores, inmigrantes, etnia gitana, con algún tipo de discapacidad física o psíquica, mujeres casadas en matrimonio heterosexual y transexuales femeninas. Sectores en los que la exclusión y vulnerabilidad social son grandes, resulta más costoso el reconocimiento del lesbianismo tanto por parte de sus entornos inmediatos como de los servicios sociales a los que acuden y se cuenta con menores oportunidades de obtención de recursos de socialización lésbica. En este sentido, es importante considerar que las diferentes situaciones sociales en las que viven las lesbianas hacen referencia a unas necesidades y unas circunstancias específicas, que provocan que varíe el modo en cómo las mujeres gestionan la visibilidad lesbiana.

En estas tres últimas décadas se han dado importantes avances en la visibilidad de las mujeres lesbianas. Este hecho se deja notar especialmente en las lesbianas jóvenes más dispuestas a manifestar públicamente su condición. La coyuntura social y legal en la que viven desde que descubren su deseo lésbico posibilita que el proceso de asunción del lesbianismo sea más rápido y fácil y que cuenten con recursos más numerosos y diversos para que este proceso no les marque ni la adolescencia ni la juventud de manera tan profunda como a las lesbianas de décadas pasadas. Pero el análisis de la situación de la juventud lesbiana no puede hacerse sólo en base a la percepción de estos avances, y partiendo de los logros conseguidos habrá que analizar por qué en la actualidad todavía es corriente para muchas mujeres que el despertar de su sexualidad no coincida con la aceptación positiva de su lesbianismo y que, tras su descubrimiento, a muchas de ellas les siga quedando un largo camino lleno de soledades, falta de referencias positivas y silencios.

Este aspecto es uno de los más llamativos del estudio, porque denota que hay cuestiones fundamentales, como son estas últimas, que todavía no han cambiado, con lo que la sociedad y sus diversas instancias socializadoras siguen teniendo grandes retos de cara a lograr la igualdad real con independencia de la opción sexual, ya que la evolución de la visibilidad social de las mujeres lesbianas no avanza en correspondencia a lo que socialmente y legalmente se ha logrado en los derechos tanto de las mujeres como de gays y lesbianas en conjunto.


Donostia, 14 de enero de 2008


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